Carbonell
Aceptémoslo, en Brasil no se come como en casa. ¡Así nos fue con Holanda! Feijoada, pamonha, picadinho de jacaré. Nosotros somos más de fabada, de paella, ¡de papas con mojo picón! Por eso en Carbonell decidimos llamar a sus mamás. Esto sólo lo podía arreglar una madre. Marta, Eva y Fortu estaban como locas por ayudar. Y su forma de ayudar fue cocinarle a sus hijos su comida favorita y mandársela a Brasil. Y tú, que ya no vives con mamá, también puedes comer como un campeón.